LECTURA Y RECICLAJE NEURONAL

Ahora, que estás leyendo esto, tus pupilas siguen una línea de letras que tu cerebro está descifrando. ¿Qué porcentaje de información eres capaz de procesar? ¿Qué conocimientos previos te están permitiendo entender el mensaje? ¿Cómo has construido esos conocimientos?

tornillo

Acabas de leer una palabra, y has imaginado la imagen que tienes asociada a esa palabra. Esa imagen se llama significado. La palabra se llama significante. El significado que cada uno tiene sobre cada significante es diferente, porque, incluso al estar expuestos al mismo contexto u escenario, todos aprendemos cosas diferentes de manera diferente.

El tornillo metálico está sobre la mesa.

Cuando lees una oración, atribuyes características y contexto a tus significantes. 

Cuanto más interiorizado tienes el hábito de la lectura, más fácil será poder unificar estos atributos, y más fluidez tendrán los escenarios que imagines a partir de lo que leas.

La teoría del «reciclaje neuronal»

Simple: La lectura y escritura no son actividades naturales. Tu cerebro ha adaptado (o reciclado) algunas de sus áreas para ser capaz de leer y escribir.

Una de las primeras funciones naturales del cerebro es la de reconocer imágenes. Las palabras son un conjunto de patrones que son procesadas como imágenes. Cuanto más familiarizado estés con esas imágenes, más eficiente será tu interpretación de las mismas. Es así como las primeras expresiones formales de escritura son la cuneiforme y los jeroglíficos, más gráficas que alfabéticas.

jeroglificos

Maryanne Wolf, en Cómo aprendemos a leer, resalta:

El camino neuronal para el reconocimiento de las letras, los patrones de letras y las palabras se automatiza gracias a la organización retinotópica, a la capacidad de reconocimiento de los objetos y a otra dimensión de extrema importancia en la organización cerebral: nuestra capacidad para “representar” patrones aprendidos de información en nuestras regiones especializadas.

Un ejemplo es el de la lectura musical. Según la Revista electrónica LEEME: «el músico decodifica en información útil los estímulos visuales de la notación musical, busca relaciones de esa información con la información almacenada en sus esquemas de conocimiento y, en caso de existir relaciones, le asigna un significado».

Otro ejemplo interesante es el de las ratas adiestradas (gif). Ellas han asociado la imagen «SPIN» a la condición de girar ¿Quiere decir que las ratas adiestradas saben leer?  Pues sí y no. Sí, porque han aprendido a interpretar una imagen, y a responder a ella. No, porque no es un proceso de lectura propiamente dicho, ya que las ratas no organizarían esa información en otro contexto. De hecho, puede que la rata no responda si le muestras la misma palabra con otro tipo de fuente y diferente color de cartel.

Como las ratas, debemos adiestrarnos y familiarizarnos con la lectura. Es común que mucha gente no halle atractivo sentarse a decodificar un conjunto de palabras, y prefiere sentarse a ver un vídeo ¿por qué? Porque si tuviera que leer, tendría que trabajar más: reconocer significantes, activar significados y cohesionarlos e interpretarlos; al ver un vídeo, en cambio, no es necesario activar nada porque los significados vienen dados por los gráficos y sólo es necesario interpretar.

Entonces, si no nacimos para leer ¿cómo introduzco la lectura en mi clase?

La idea es que tus estudiantes sean capaces de identificar información literal, criticar e inferir. Empieza por lo más básico.

  • Ambiente.Asegúrate de que la iluminación sea buena. También procura que estén cómodos. Puedes motivar a que en la hora de lectura traigan tapetes o cojines y se echen en ellos. Lo ideal es estar lo suficientemente cómodos para poder concentrarse, pero también es importante que la postura no relaje al punto de provocar sueño.
  • Objetivo. ¿Qué quieres lograr? ¿Lectura como actividad recreativa? ¿Mejorar su dicción? ¿Incrementar el léxico? Apunta a un objetivo, sabiendo en qué nivel de comprensión están tus estudiantes. Puedes  tomar como referencia el nivel de la mayoría, pero es recomendable personalizar el objetivo a las necesidades de quienes notes que necesitan una atención diferente. Estos objetivos deben ser evidentes, y todos deben participar en su realización.

Por ejemplo, si quieres incrementar el léxico, pega una tabla de «palabras nuevas», en las que tus estudiantes puedan pegar las palabras que han aprendido semanalmente. Puede ser muy buena retroalimentación si las palabras son analizadas en conjunto. Quizá alguno ya conoce el significado de una de las palabras, y tiene la oportunidad de compartirlo. Recuerda que tú debes motivar , dinamizar y procurar que la construcción de aprendizajes sea colectiva.

  • Metas. Conversa con tus estudiantes y, juntos, fijen una meta (número de páginas, libros, fechas límites, número de palabras nuevas, etc). Esto es importante, ya que será una decisión tomada y respetada por ellos mismos, y todos se sentirán involucrados.
  • Conexión. Tu estudiante tiene que saber POR QUÉ está leyendo lo que está leyendo.Tiene que haber un sentido en hacerlo, un nexo que sea reconocible. Si todos leerán el mismo libro, asegúrate de engancharlos con información relevante, datos curiosos, y una gama para elegir. Si cada uno elige lo que leerá, será más fácil que logre establecer esa conexión.

No lo culpes si cambia de opinión. Probablemente aún está buscando su estilo y tiene que saber que hay muchísimo para elegir.

La lectura tiene muchos beneficios a nivel cognitivo, y si se llega a disfrutar, también puede ser relajante. Es mágico ver cómo un conjunto de personas están tan ensimismadas y sincronizadas por el silencio, a la vez ¡Muéstrales este camino como algo interesante! Será una experiencia satisfactoria.

Gracias por tomar el tiempo para informarte ¡Te invito a comentar si deseas rebatir o abrir algún punto de debate!

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